jueves, 5 de julio de 2012

CENTRO TURÍSTICO: CERRO SAN CRISTÓBAL

·         El Cerro San Cristobal es un cerro ubicado entre el distrito del Rimac y el de San Juan de Lurigancho en la provincia de Lima, Perú. El nombre del cerro data de 1535. Forma parte de los cerros aislados del sistema montañoso de la cordillera de los Andes. Considerado “apu” del valle del Rimac por los incas fue bautizado con este nombre por el conquistador Francisco Pizarro en 1535.





CAPTURAdos presenta el álbum “CerroSan Cristóbal” para los que no conocen aun este “point” de visita. Y es que muchos de los jóvenes de ahora solo viven en su mundito del que nunca salen. Creo que debemos abrir nuestra mente y dirigirnos hacia lugares nunca antes visitados por más que tengamos la desconfianza total en ellos.

El cerro es visto como un centro turísticode la ciudad de Lima y su visita se efectúa mediante los “urbanitos” (pequeños buses que suben regularmente al cerro) o desde el distrito de San Juan deLurigancho a pie. Los lugares para visitar son el mirador, desde donde se puede observar toda la ciudad de Lima. El pasaje para estos buses son de S/. 5.00.




Con respecto a la peregrinación que se hace en Semana Santa, muchos aseguran que es milagrosa y realizan el recorrido el primer domingo de mayo. La gente toma la cruz como un objeto milagroso. Además como la mayoría de limeños sabemos, hay un sujeto que se hace crucificar todos los años solamente por devoción.

En la cima de este cerro turístico también existe un pequeño museo. La obra fue inaugurada el 25 de marzo de 1997. Dentro de la importante documentación histórica con la que cuenta el museo, se encuentra la historia de la Cruz y el Cerro, si como una exposición fotográfica de Lima. Los promotores de la Cruz fueron los Padres Francisco Aramburú y Francisco Javier Ampuero.




Si bien no hay mucho que ver arriba además de lo antes mencionado, es bueno visitar estos lugares ya que pertenecen a nuestra historia. La mantención de estos lugares se debe al comercio que encontramos arriba, cabe decir, un pequeño kiosco de recuerdos, un puesto con todas las golosinas, bebidas y demás, y un fotógrafo, que a decir verdad, cobra barato.

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